¿Qué mascarilla usar en mi día a día?

Mascarillas quirúrgicas, las más adecuadas para el día a día. 

Las mascarillas son un elemento fundamental de protección frente al Covid-19 que nos acompañan desde hace ya muchos meses. Disponer de una protección adecuada a las circunstancias de cada persona es muy importante para evitar la transmisión de la enfermedad. Eso, junto al resto de medidas higiénico sanitarias, reduce el riesgo de contraer el coronavirus.

Existen en el mercado distintos tipos de mascarillas que cumplen con la función de proteger. Entre las más extendidas por su uso se encuentran las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas FFP2. Existen varias diferencias entre unas y otras, si bien ambas tienen como objetivo principal la protección de la persona que las lleva.En las últimas semanas se están escuchando voces que apelan por el uso de las FFP2 para todas las circunstancias, pero lo cierto es que estas mascarillas, si bien tienen un porcentaje ligeramente mayor de protección que las quirúrgicas, no son las más adecuadas para todas las ocasiones.

Más económicas

Exceptuando casos particulares en los que por cuestiones médicas (déficit inmunitario, personas con patologías respiratorias, etc.) la persona deba llevarlas irremediablemente, el grueso de la población puede perfectamente utilizar las mascarillas quirúrgicas sin ningún problema, ya que las mascarillas quirúrgicas ofrecen un nivel de protección bastante alto. De hecho, hay que tener en cuenta que, como su propio nombre indica, son las utilizadas en cirugías y otros procedimientos sanitarios. Además, estas mascarillas tienen un precio muy inferior al de las FFP2. Ambas son de un solo uso, por lo que no es lo mismo estar cuatro horas con una mascarilla cuyo precio máximo si se compra en grandes cantidades es de algo menos de 0.15 euros (mascarillas quirúrgicas a 0,10€ y 0,15€), a tener que desechar un elemento de protección como la FFP2 que cuesta el triple (siempre y cuando se compren grandes cantidades de una sola vez).

Más cómodas y ligeras

Otra de las ventajas del uso de una mascarilla quirúrgica es la comodidad que conlleva su uso. Son más ligeras y se pueden llevar fácilmente puestas cuando se realiza deporte o se pasea por espacios al aire libre. La mascarilla quirúrgica es adecuada para evitar que quien la porta pueda contaminar a su entorno ya que su tejido recoge las micro gotas que se pueden exhalar al respirar. 

Por lo tanto, hay que tener en cuenta que, exceptuando casos excepcionales de personas con algún tipo de patología, así como visitas de muchas horas a lugares cerrados y en los que pudiera haber riesgo real de contagio, el uso de una mascarilla FFP2 no es expresamente necesario para la población en general (de hecho, no las hay en tamaño pequeño para niños, al menos, que estén homologadas). Con el uso de una mascarilla quirúrgica homologada, bien adaptada y por supuesto que cumpla con la normativa CE es suficiente. 
Otro asunto a destacar es que si una mascarilla, sea la que sea, no se ajusta bien a la cara, entonces no servirá de nada. Y en este caso las FFP2 deben ir totalmente ajustadas al rostro, algo que para muchas personas es incómodo.